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Parásitos: lo que debes saber desde una mirada natural y ecológica
Los parásitos han acompañado al ser humano desde el inicio de la historia. Son organismos que viven dentro o fuera de otro ser vivo (en este caso, nuestro cuerpo) y se alimentan de él para sobrevivir. Aunque suene inquietante, comprenderlos es el primer paso para mantener el equilibrio y cuidar nuestra salud de manera natural.
¿Qué son los parásitos?
Los parásitos son pequeños organismos —algunos visibles como lombrices, otros microscópicos como protozoos— que utilizan a nuestro cuerpo como huésped. Pueden habitar en el intestino, en la piel o incluso en órganos internos, según el tipo de parásito.
¿Tenemos un millón de parásitos?
No es que cada persona tenga "un millón", pero sí convivimos con una gran variedad de microorganismos: bacterias, hongos, virus y, en algunos casos, parásitos. La diferencia está en el equilibrio: cuando el cuerpo está fuerte y nuestra alimentación es limpia y natural, los parásitos no logran proliferar.
¿Qué hacen los parásitos en nuestro cuerpo?
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Se alimentan de los nutrientes que consumimos.
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Debilitan nuestro sistema inmunológico.
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Pueden producir cansancio, problemas digestivos, cambios de humor e incluso alterar el sueño.
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En exceso, generan inflamación y toxinas que afectan la vitalidad general.
¿Causan enfermedades los parásitos?
Sí, algunos pueden causar enfermedades, desde trastornos digestivos leves hasta infecciones más serias. Sin embargo, el cuerpo tiene la capacidad de defenderse cuando está en armonía y recibe los nutrientes adecuados.
¿Qué papel juegan el azúcar y los alimentos ultraprocesados?
Desde la mirada natural y ecológica:
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La prevención es la clave: cuidar lo que comemos y mantener un estilo de vida consciente.
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Existen plantas reconocidas por su acción antiparasitaria, como el ajo, el orégano, el clavo, la papaya y la semilla de calabaza.
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En homeopatía, también hay preparados que ayudan a fortalecer el terreno interno, de manera que el cuerpo se defienda sin necesidad de tratamientos agresivos.
¿Para qué es bueno el té frío de laurel?
El té de hojas de laurel en infusión es conocido en la herbolaria tradicional por:
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Mejorar la digestión y reducir gases o inflamación abdominal.
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Ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre.
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Tener propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
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Favorecer la relajación y aliviar el estrés.
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Fortalecer el sistema inmunológico gracias a sus aceites esenciales.
(Ojo: no es un medicamento, es un remedio casero complementario).
Receta de té herbal frío (estilo aguas frescas)
Ingredientes (para 1 litro aprox.):
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800–900 ml de agua
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2 ramas de canela
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5–8 hojas de laurel
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3 clavos de olor
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Cáscara seca de 1 naranja (bien lavada antes de secar)
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2–3 cucharadas de miel (al gusto)
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Jugo de 1–2 limones
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Azúcar opcional (si lo prefieres más dulce)
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Hielo al gusto
Preparación:
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En un hervidor grande pon el agua a calentar hasta que hierva.
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Agrega la canela, hojas de laurel, clavos y cáscaras de naranja.
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Deja hervir a fuego bajo unos 8–10 minutos para que suelten bien el sabor.
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Apaga el fuego, cuela la infusión y deja reposar hasta que se enfríe un poco.
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Endulza con miel (y azúcar si quieres más dulzor).
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Pasa el té a una jarra grande, agrega el jugo de limón y bastante hielo.
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Mételo al refrigerador hasta que esté bien frío.
Resultado: un té herbal refrescante, con toques cítricos y especiados, ideal para tomar como agua fresca durante el día.
Cómo los parásitos afectan nuestras emociones
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Robo de nutrientesLos parásitos consumen vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales. Esto puede provocar deficiencias nutricionales, lo que repercute en la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, vinculados directamente con la alegría, la calma y la motivación.
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Inflamación y toxinasMuchos parásitos generan sustancias tóxicas al vivir en el intestino. Esto irrita la mucosa intestinal y puede generar inflamación crónica de bajo grado. El intestino está conectado con el cerebro a través del eje intestino-cerebro, por lo que esas toxinas pueden influir en la mente, causando ansiedad, irritabilidad o tristeza.
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Desequilibrio intestinalCuando los parásitos se multiplican, alteran la microbiota intestinal. Un intestino desequilibrado se refleja en cambios de humor, insomnio y hasta en dificultades de concentración.
Señales emocionales vinculadas a parásitos
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Cambios bruscos de humor.
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Ansiedad sin causa aparente.
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Irritabilidad o impaciencia.
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Sensación de agotamiento mental.
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Dificultad para relajarse o dormir.
Enfoque ecológico y homeopático
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Alimentación limpia y natural: reducir azúcares refinados, procesados y aumentar fibras, hierbas y especias naturales como el ajo, el orégano o el clavo.
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Plantas aliadas: infusiones de ajenjo, semillas de calabaza, papaya o extracto de nogal negro son reconocidas tradicionalmente por su acción antiparasitaria.
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Homeopatía: existen preparados específicos que ayudan a equilibrar el terreno interno y mejorar tanto el cuerpo como el estado emocional.
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Cuidado integral: descansar bien, contacto con la naturaleza y respiración consciente ayudan a que el cuerpo se mantenga fuerte y resistente.
Cómo las bacterias generan enfermedades
Las bacterias no siempre son malas: de hecho, muchas viven en nuestro intestino y piel ayudando a la digestión, la inmunidad y el equilibrio interno. El problema aparece cuando:
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Se multiplican en exceso (por ejemplo, cuando comemos mucho azúcar o alimentos procesados que alimentan a las bacterias dañinas).
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Invaden lugares donde no deberían estar (por ejemplo, bacterias intestinales que llegan a la sangre).
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Liberan toxinas que dañan tejidos y provocan inflamación.
Resultado: infecciones, problemas digestivos, fiebre, cansancio y un sistema inmunológico sobrecargado.
Cómo los parásitos generan enfermedades
Los parásitos, a diferencia de las bacterias, son organismos más grandes que viven a costa del cuerpo humano. Sus mecanismos son:
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Robo de nutrientes: se alimentan de lo que comemos (vitaminas, minerales, proteínas), debilitando al cuerpo.
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Lesiones físicas: algunos se adhieren a los intestinos, la sangre o los órganos, dañando tejidos.
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Producción de toxinas: al vivir y reproducirse, liberan desechos que generan inflamación y alteran el metabolismo.
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Alteración del sistema inmune: pueden debilitar nuestras defensas y abrir la puerta a otras enfermedades.
Resultado: problemas digestivos (diarrea, gases, inflamación), cansancio crónico, alteraciones en la piel, cambios de humor e incluso trastornos más graves si no se controla.
Enfoque ecológico y homeopático
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Prevención con la alimentación: reducir azúcares refinados y ultraprocesados, ya que son terreno fértil para bacterias dañinas y parásitos.
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Fortalecer el terreno: una dieta rica en fibras, verduras frescas, frutas, semillas y especias naturales mantiene al cuerpo en equilibrio.
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Plantas medicinales: ajo, jengibre, clavo, orégano, artemisa, semillas de calabaza y papaya han sido usadas tradicionalmente para limpiar el organismo.
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Homeopatía: existen preparados que buscan estimular al sistema inmunológico y ayudar al cuerpo a encontrar su balance natural.
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